Cristina
López del Burgo
Acompañamiento en infertilidad
He experimentado qué se siente cuando deseas un hijo y no llega. El camino de la infertilidad no es fácil, pero no tenéis que recorrerlo solos. Me gustaría acompañaros para que también vosotros descubráis que el amor siempre da vida, aunque a veces no lleguemos a tenerla entre los brazos.
El camino de la infertilidad
Cuando la infertilidad se hace un hueco en nuestras vidas, se desata una verdadera crisis vital. La infertilidad es como un tsunami que se lleva por delante nuestros proyectos. Aquello con lo que soñábamos puede que no llegue a realizarse, o al menos no como lo habíamos pensado. Y aparecen la tristeza, la culpa, la rabia o la envidia al ver cómo otras parejas consiguen tener hijos.
Os invito a que recorramos juntos este camino, con sus luces y sus sombras. Sombras que hacen difícil avanzar. Que pueden hacer que os perdáis o que elijáis el camino equivocado. Sombras con forma de comentarios desafortunados. De soledad y de lágrimas. De presiones para tener un hijo a cualquier precio. De incomprensiones ante la decisión de dejar de intentarlo o de elegir otro camino.
Pero entre esas sombras también hay luces...
Luces que iluminan el camino para ver por dónde seguir. Que os ayudan a cambiar la mirada para descubrir todo lo valioso que tenéis dentro y fuera de cada uno de vosotros. Las luces más brillantes son las que tienen forma de persona. De esas que escuchan y no juzgan. De las que os descubren un nuevo camino (ese que andabais buscando y no encontrabais). Que os recuerdan que sois únicos. Y que valéis infinito. Con hijos o sin ellos. Que os muestran, con sus vidas, que el amor siempre da fruto. Estas son las luces que espero que encontréis en vuestro camino.
Y aunque ahora caminéis entre sombras, recordad que vosotros también sois LUZ.
Sobre mí
Solo tenemos una vida y estamos para vivirla al máximo. Con hijos o sin ellos.
Cuando me preguntaban de pequeña qué quería ser de mayor, siempre respondía que 'mamá'. Cuando crecí contestaba que quería ser médico. Te cuento qué pasó.
Estudié Medicina en la Universidad de Navarra y me especialicé en Medicina de Familia. Mientras tanto, me casé con Javi. A los pocos años, me arriesgué y cambié la consulta del centro de salud por la universidad para terminar mi doctorado. Y allí me quedé, trabajando con grandes profesionales. Me dedico principalmente a la docencia y la investigación en sexualidad y fertilidad. Ya llevo más de 15 años viendo cómo mis alumnos van alcanzando sus sueños. Acompañarles en ese proceso es la parte más bonita de mi trabajo. Sigo teniendo alma de médico: escucho, guío y acompaño a quien se asoma por mi despacho, intentando aliviar un poco el dolor cuando aparece en sus vidas.
En cuanto a la maternidad, la infertilidad se cruzó en nuestro camino y ese sueño hubo que reescribirlo. La reproducción asistida no entraba en nuestros planes. Y aunque nos planteamos la adopción, vimos que ese tampoco era nuestro camino. Descubrimos que podíamos ser fecundos de otras maneras y que el amor siempre da vida.
Si quieres saber un poco más sobre mi formación profesional, puedes encontrarme en LinkedIn. Y en Instagram te cuento mi experiencia personal con la infertilidad.
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